Y tras el Art Déco, esta semana en #ClasicosDiseño, pasamos a otra corriente decorativa, más que un estilo de diseño en sí, con la diferencia de que esta decoración es aplicada a elementos seriados de producción industrial en lugar de artesanales.
Debido a la tradición mercantilista estadounidense, el styling nace como respuesta a un periodo de crisis, tras la Segunda Guerra Mundial.
Las características más destacadas de este estilo son:
-Formas de los productos más llamativas para los consumidores, que internamente son los mismos, pero se rediseña la parte exterior para hacerla más atractiva al público.
-Se crea la obsolecencia de los productos: los productos tienen una vida útil planificada, tras la cual, se crean productos nuevos más atractivos y/o novedosos que empujan los consumidores a deshacerse del anterior y comprar el nuevo.
– Aparecen distintas corrientes estilísticas dentro de styling: el borax aboga por la profusión de cromados en los productos; el steamlining da aspecto moderno y aeródinamico a los productos, aunque éstos no necesiten serlo.
En los ejemplos de hoy, he querido traer un par de productos para representar cada uno de los subestilos:
Para streamlining el producto elegido es el refrigerador Coldspot de Stears, diseñado por Raymond Loewy. El diseñador fue la cara más visible del styling, y uno de los protagonistas del diseño del siglo XX.
Para borax, el ejemplo elegido es el Buick Y-Job de Harley Earl (el primer director de departamento de diseño y estilismo en la industria del automóvil). El Y-Job fue uno de los primeros prototipos de la industria del automóvil y tenía interesantes innovaciones como los faros retráctiles que se mostraban mediante un mecanismo electrónico.