[highlight]Cuando estás delante de un cacharro tan complejo y tan caro, a veces no sabes por dónde empezar… unas veces por miedo y otras por falta de información. Hoy quiero contar mi experiencia (completamente «solo ante el peligro») de cómo enfrentarse por primera vez a una impresora 3d.[/highlight]
Me daba un miedo atroz usar una impresora 3D por mi cuenta y que le pasara algo y no lo supiera solucionar…
Aunque ya había trabajado anteriormente con alguna impresora 3D, había sido siempre bajo supervisión y nunca sin ningún tipo de ayuda. Ahora, después de unas cuantas pruebas y de enfrentarme a los «problemas» más típicos, puedo decir que es bastante divertido y que no hay que tener miedo.
Para empezar, he de decir que la impresora que usé para quitarme el miedo era más compleja que las impresoras 3d habituales. Era una BCN3D Sigma (impresora FDM de doble extrusor) que había por la oficina y que llevaba una temporada larga sin usar.

Primeras pruebas: un fracaso tras otro.
Mis primeras pruebas fueron un desastre, no importaba que intentara imprimir un modelo hecho por mí o uno descargado por internet: o el modelo se despegaba de la base (o la «cama», su nombre «técnico»), o los extrusores fallaban y no soltaban el suficiente filamento… Si no dejaban de imprimir…
Estos fracasos me llegaron a frustrar mucho: imagina que has hecho un modelo 3d, que lo has llegado a imprimir sin problemas de forma tutela y que luego quieres imprimirlo por tu cuenta, sin haber cambiado ningún valor, habiéndolo hecho de la misma forma y con los mismos procesos que cuando lo hiciste de forma tutelada y… ¡No se imprime bien!
Por otra parte, si eres nuevo, verás que se desperdicia lo que a ti te parece muchísimo filamento si la impresión se queda a medio hacer y hay que tirarla. Otro motivo más de frustración.
Mis primeras pruebas fueron un desastre, me llegaron a frustrar mucho: imagina que has hecho un modelo 3d con los mismos procesos que de forma tutelada y… ¡No se imprime bien!
Puesta a punto, el primer paso.
Cada vez que una impresora no se usa por una temporada, es necesario calibrarla. Este es un paso imprescindible y lógico, pero si eres nuevo, te lo puedes saltar si nadie te dice nada y tú crees que esto es llegar e imprimir. El calibrado en una impresora FDM es sencillo: solamente hay que seguir unos pasos que son siempre los mismos: calibración de la altura de la cama, alineación del/los extrusor/es en los ejes y comprobación de la impresión del/los extrusor/es.

En este paso, me di cuenta de que hay que tener cuidado con el filamento si no se va a imprimir en una temporada larga. A continuación cuento el motivo…
El calibrado de una impresora FDM es sencillo, solamente hay que seguir unos pasos que son siempre los mismos.
Cambiar el filamento.
Tras varios calibrados, por fin, se puede imprimir… Pero cuál es mi sorpresa que, cuando ya pensaba que estaba todo listo, me encuentro que a mitad de un modelo, el filamento deja de salir por el extrusor (¡mal asunto!) pero la impresora no se da cuenta y continúa imprimiendo. Por suerte, encuentro como se cambia el filamento en un vídeo tutorial que hay en Youtube de la propia empresa BNC3D. Así que paro la impresión y me dispongo a cambiar a bobina.

Al iniciar el proceso de cambio (Que implica sacar la bobina y que el sobrante vaya saliendo por las guías, mediante los pasos que van saliendo en pantalla), me doy cuenta de que el filamento está partido en varios trozos dentro de las guías, aunque va saliendo (trozo a trozo) sin mayor complicación. Dado que me parece raro que esto pase, vuelvo a hacer una búsqueda por internet y me doy cuenta de que es algo bastante común: si el filamento no se encuentra en condiciones óptimas de almacenamiento, alejado de la humedad y de la luz solar, puede llegar a deteriorarse bastante. Por tanto, no hay mal que por bien no venga: he aprendido que si la impresora no se va a usar en una temporada, hay que guardar las bobinas para que no se deterioren, por otro lado, he aprendido a cambiar el filamento.
Por suerte, encuentro como se cambia el filamento en un vídeo tutorial que hay en Youtube de la propia empresa BNC3D. Así que paro la impresión y me dispongo a cambiar a bobina.
Actualización de firmware.
Entre calibrado y reemplazo de filamento, me encuentro con varios problemas, que también son bastante frustrantes: ¿cómo es posible que el software que lleva la impresora te haga seguir «sencillos pasos» y que no puedas ir hacia adelante o hacia atrás o incluso salir del proceso si te encuentras con algún problema?
La respuesta a la pregunta es sencilla: el firmware de la impresora estaba desfasado. Al leer las especificaciones del último firmware, me encuentro que, entre otras mejoras, esos «inconvenientes» han sido resueltos.

Descargué e instalé un par de veces, porque la primera vez la impresora no detectó la actualización y se instaló de forma errónea. El proceso de actualización es bastante sencillo, también encontré un pequeño tutorial con una búsqueda en internet (no en la página de BNC3D, que está un poco desorganizada y más pensada para programadores o usuarios con más experiencia). A través de la versión de Cura modificada por la compañía, y conectándose a la impresora por cable, es relativamente fácil actualizar.
En mi caso, tampoco tuve suerte ahí, instalé mal el firmware y luego no me indicó los pasos que podía ver en el tutorial sobre la actualización. No obstante, descubrí que es importante no desesperar y seguir probando aunque te encuentres con algún problema. Según el tutorial, el siguiente paso era descargar el firmware en la tarjeta SD de la impresora, así que este paso se hizo de forma manual, descargando el firmware del repositorio en GitHub de BCN3D (esta es la parte que creo que puede ser más compleja para alguien nuevo en este mundillo) y copiando los archivos a la tarjeta.
Tras descargar e instalar el firmware, la pantalla dejó de mostrar errores y apareció la nueva y flamante interfaz. Después de eso, ya pude imprimir varias pruebas, e incluso cambiar de rollos, revisarlos y calibrar sin ningún problema.
Descubrí que es importante no desesperar y seguir probando aunque te encuentres con algún problema.
En resumen: imprimir es fácil, si sabes cómo.
Puede parecer un jaleo y dar un poco de miedo usar un aparato tan industrial, sobre todo, sí ha costado una fortuna. Puedes creer que en momento menos pensado te lo vas a cargar y su reparación te va a costar el triple.
Pero nada más lejos de la realidad, en cuanto trasteas un poco y entiendes cómo funciona, aunque sea de forma básica, te das cuenta de que la mayor parte de tus acciones van a ser siempre las mismas: calibrado, limpieza, cambio de bobinas o actualización de software.

Además, hay que tener presente que tenemos una gran ventaja en un mundo globalizado y conectado a internet: la comunidad maker. Un montón de gente que ha tenido esos mismos problemas antes que tú, y que están ahí, en cualquier momento, a cualquier hora, dispuestos a ayudarte de forma completamente altruista.
Hace unos meses, conocí en un evento de diseño, a Rosa de ChuicShop. Una chica que se compró, cómo ella misma dice, una impresora 3D sin tener ni idea de cómo usarla y en cuestión de meses, le ha pillado tanto el «tranquillo» que tiene su propia tienda de moda y complementos impresos 3d.
Por tanto no hay que tener miedo con las impresoras 3d, se trata de trastear, de retarse uno mismo a querer saber más y ir más allá cada vez. Es más, estoy completamente seguro de que si alguna vez imprimes algo, te va a picar el gusanillo y terminarás por tener tu propia impresora en casa.
Además, hay que tener presente que tenemos una gran ventaja en un mundo globalizado y conectado a internet: la comunidad maker. Un montón de gente que ha tenido esos mismos problemas antes que tú, y que están ahí, en cualquier momento, a cualquier hora, dispuestos a ayudarte de forma completamente altruista.
Comentarios
3 respuestas a «¿Por qué le tenemos miedo a imprimir en 3D?»
Hola! muy chulo el artículo.
El artículo buenisimo. Yo ahora mismo estoy pasando por varios momentos de frustración y me atasco, pero esto ya ha pasado a ser algo personal.
¡Muchas gracias por tu comentario! Lo mejor para lidiar con la frustración es ser paciente y no pensar que por “tocar lo que no se debe” nos vamos a cargar algo. La impresión 3D siempre tiene un componente de “bricolaje” o de resolver cosas investigando o buscando info por ahí, pero siempre te vas a encontrar a una comunidad enooorme dispuesta a echarte un cable si surje cualquier duda o problema. 🙂