Llega a #clasicosdiseño el estilo pop, una corriente de diseño que pretende ser una rebelión contra el racionalismo funcionalista reinante.
Los productos diseñados bajo la corriente pop responden a la necesidad de conectar con un público más juvenil, por lo tanto es común el uso de materiales efímeros que abaratan el coste de los productos.
Ese uso de materiales efímeros hace también que se produzca una moda del «usar hoy, tirar mañana», que se mantendrá hasta principios de los 70 con la primera crisis del petróleo.
Además del enfoque más juvenil, también se empieza a experimentar formalmente y comienzan a verse las primeras «abstracciones» metafóricas de los productos. Estas formas, en muchos casos se empiezan a distanciar de la forma funcional que debería tener un producto para trasmitir otro contenido más profundo como ideas, pensamientos, sensaciones… Que van más allá de la función para la que fue proyectado el producto.
Los productos de hoy, el sillón hinchable Blow (De Pas, D’Urbino, Lomazzi) y la silla infantil de cartón Spotty (Peter Murdoch) son una buena muestra del uso de materiales efímeros aplicados a mobiliario.